Hoy alzo la voz por todas y todos los jóvenes que, a pesar de las numerosas fuentes de trabajo que han ido cerrando sus puertas ante la grave crisis que azota a Sinaloa desde el pasado mes de septiembre, aún tiene fe, porque han llenado formularios, repartido currículums, asistido a entrevistas… y desgraciadamente, han recibido siempre las mismas respuestas: “No tienes experiencia”. ¿Y cómo vamos a tenerla si nadie nos da la primera oportunidad? La juventud de Sinaloa no quiere limosnas, ni placebos en formas de tarjetas. No queremos ser relleno estadístico ni mano de obra descartable, mucho menos clientela política o electorera de algún movimiento de beneficio directo a un modelo de gobierno excluyente y polarizador.
Queremos lo que nos corresponde por derecho: un futuro digno, un acceso real a un primer empleo, y la posibilidad de construir desde nuestras capacidades un mejor Sinaloa. Ese, es un clamor de muchísimas personas que formamos parte de la juventud sinaloense. Por ello, y en congruencia con esa perspectiva y en un reflejo de compromiso y convicción, en el marco del Parlamento Juvenil 2025 di a conocer una propuesta concreta, estructurada y auténticamente transformadora: el Programa Integral y Transversal de Primer Empleo Juvenil. Esta propuesta, que nace del análisis, de la realidad, y de las experiencias que compartimos en carne propia, plantea acciones legislativas claras, contundentes y urgentes:
Es mi convicción que para que este tipo de programa pueda instrumentarse de manera exitosa, es necesario elevar a rango constitucional, tanto en nuestra Carta Magna, como en la norma fundamental de Sinaloa, el derecho al primer empleo juvenil como un derecho humano de las personas de entre 18 y 29 años de edad. Igualmente, es necesario que las autoridades federales, estatales y municipales estén obligadas a la formulación y ejecución de políticas públicas que incentiven la contratación de jóvenes tanto en las entidades públicas como privadas. Por ello, sirva la presente como parte de los pasos que desde mi actividad cívica como mujer joven habré de emprender para alcanzar dicho objetivo, impulsando y promoviendo iniciativas tanto locales como federales y que en este página habrán de irse reflejando.
Como autora de esta iniciativa, propongo reformar la Constitución Política del Estado de Sinaloa para reconocer el derecho al primer empleo juvenil como un derecho humano fundamental. Esta reforma busca que el Estado y los Municipios asuman la obligación jurídica de diseñar, implementar y evaluar políticas públicas integrales que garanticen una inserción laboral efectiva, progresiva y digna para jóvenes de entre 18 y 29 años. Se trata de poner fin a la exclusión estructural que enfrentamos las juventudes sinaloenses al momento de buscar empleo por no contar con experiencia previa, y de dar un paso firme hacia un modelo de justicia social intergeneracional.
La iniciativa también establece mecanismos para incentivar la creación de fuentes laborales jóvenes mediante estímulos fiscales, certificaciones de competencias y obligaciones de contratación juvenil en sectores públicos y privados. Incluye principios de transversalidad, participación ciudadana y enfoque de derechos humanos como ejes rectores. Esta propuesta nace del Parlamento Juvenil del Congreso del Estado, como expresión de una generación que exige ser parte activa de la transformación de su entorno. No es un discurso, es una ruta concreta hacia la dignidad laboral juvenil en Sinaloa.